El pasado 18 de mayo, la Comisión Directiva del CFLP fue advertida -por parte de una Farmacéutica local- sobre una situación irregular que se mencionaba a través de la red social Facebook. Se trataba de la publicidad de un Servicio de Enfermería particular que anunciaba tener vacunas para la gripe y la neumonía. Esta situación generó una gran preocupación en nuestra institución. Decidimos tomar cartas en el asunto y presentar la problemática de manera formal al Colegio Central.
Cabe aclarar que nuestra Filial no tiene poder de policía y que el único órgano calificado para poder dar instrumentación judicial es la Oficina de Denuncias del Colegio de la Provincia a cargo del Farm. Gabriel Minetti. Fue por ello que allí nos remitimos.
En nuestra presentación, que fue ingresada en el CFPBA el 26 de mayo, solicitamos que se efectúe la “denuncia penal y administrativa por violación a la normativa vigente poniendo en riesgo la salud de la población”. Nos parece importante mencionar que en el escrito que acercamos al Central -para el cual solicitamos asesoría letrada del abogado Gustavo Gulayín- adjuntamos capturas de pantalla de las diversas publicaciones donde estaban los ofrecimientos y otras comunicaciones que resultaban relevantes para la investigación.
En todo este entramado irregular que se denunciaba y que al menos violaba dos leyes provinciales – 11.405 y 10.606- una de las cosas que más nos preocupaba como profesionales de la salud era que el servicio no sólo implicaba la colocación de las vacunas sino también la venta de las mismas. En ese contexto la procedencia, seguridad y efectividad de las mismas eran un interrogante.
No podemos dejar de resaltar y contextualizar que esta situación, además, se encontraba enmarcada en medio de una pandemia mundial. Como es de público conocimiento, durante las primeras semanas del A.S.P.O las recomendaciones para los adultos mayores -principales destinatarios de este servicio- se enfocaban en que no salieran de sus hogares y por supuesto en recibir las vacunas mencionadas para poder hacer frente al Covid-19 de una mejor manera. El hecho de tener a disposición un servicio domiciliario podría generar una situación de confianza que hiciera que este sistema sea muy requerido. Un negocio redondo pero ilegal, que podría encontrarse tipificado dentro del Art 247 del Código Penal sobre Usurpación de autoridad, títulos u honores, que plantea que “será reprimido con prisión de quince días a un año el que ejerciere actos propios de una profesión para la que se requiere una habilitación especial, sin poseer el título o la autorización correspondiente”.
Finalmente el titular del Servicio de Enfermería había sido arrestado por averiguación de un ilícito similar y se nos informó que se anexó nuestra denuncia a ese expediente y que posteriormente la Oficina de Denuncias asesoró y actuó como nexo entre la Fiscalía y el ANMAT para allanar el trabajo de investigación de la UFI. Resulta irrisorio a esta altura pensar que haya personas que no sepan que el acto de dispensa de medicamentos sólo puede realizarse en las farmacias y bajo la supervisión de un profesional idóneo, sin embargo siempre hay sujetos proclives a cometer delitos.
Desde el CFLP aprovechamos esta crónica y toda la situación detallada para reflexionar sobre la importancia de mantenernos en alerta ante este tipo de irregularidades. Además, en esta oportunidad, consideramos conveniente destacar el accionar de la colega que no pasó la publicación por alto y, defendiendo nuestra profesión y la salud de los pacientes, decidió informarnos. Creemos que Farmacéuticos responsables y comprometidos son esenciales para evitar el avasallamiento de nuestro rol sanitario. Agradecemos a todos y cada uno de los colegas de nuestra Filial por el compromiso demostrado en la defensa del ejercicio de nuestra profesión.