Desde hace años los Farmacéuticos del territorio bonaerense nos encontramos “luchando” contra la instalación de la cadena Farmacity S.A en nuestras localidades. En estos días, una vez más debemos mantenernos en alerta ante la constante afrenta “legal” de los empresarios que nos quieren arrebatar el modelo sanitario de la Provincia de Buenos Aires.

Pero antes, un poco de historia.

Modelo

En 1996 desembarca en el país desde EEUU el modelo de farmacia “drugstore” con el nombre Farmacity S.A. Esta cadena pertenece al grupo inversor Pegasus, fundado por el hoy vicejefe de Gabinete de Mauricio Macri, Mario Quintana.

El modelo drugstore se enmarca en el sistema liberal de economía de mercado. La cadena sería algo así como un “supermercado temático” y entre sus fortalezas se destacan: disponibilidad de productos sin problemas de stock, horario extendido y sistema de góndolas de autoservicio. Como así también una mayor presencia en lo que refiere a cosmética, higiene, tocador, belleza y otros productos fuera de la gama sanitaria.

Asimismo y como buena unidad de negocio Farmacity S.A no pone sucursales en sectores carenciados o rurales sino en grandes avenidas, barrios luminosos y centros urbanos donde además pueda capitalizar la concentración de ciudadanos. Su modelo es netamente comercial.

Contexto

En el país Farmacity S.A. tiene presencia en varias provincias, aunque la mayoría de sucursales se concentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. No hay sucursales en el territorio bonaerense, no por desinterés de la empresa sino porque la Ley Provincial 10.606 no permite Sociedades Anónimas, es decir la propiedad de la farmacia tiene que tener un responsable.

En el año 2012 la cadena de farmacias del grupo Pegasus realizó una presentación en la Justicia para poder instalar sus locales en la Provincia de Buenos Aires, dada la incompatibilidad con dos artículos. Por un lado se trata del art. 3, que establece la distribución racional de farmacias, de acuerdo a índices geográficos y demográficos. El otro artículo es el nro. 14 que no permite que las farmacias sean propiedad de Sociedades Anónimas.

Es importante destacar que en general la Corte Suprema de Justicia de la Nación NO toma estos casos para dar respuesta a un particular cuando la justicia Provincial ya ha emitido en todas las instancias y por unanimidad un fallo en el mismo sentido.

¿Por qué NO a Farmacity S.A.?

Por un lado podemos dar una respuesta desde el punto de vista sanitario. Ya que siguiendo los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, es muy importante para el acceso a los medicamentos no solo el costo de los mismos sino también la cercanía a las farmacias para adquirirlos. En ese sentido, el artículo 3 de la ley 10.606 de la Pcia. de Buenos Aires establece que se pueden instalar oficinas de farmacia cada 300 metros, garantizando así una distribución racional de las mismas y creando una red de atención de farmacias.

Pudiendo omitir cumplir con este artículo, Farmacity S.A. busca instalar sus locales en los centros comerciales de las ciudades, rompiendo con la red de farmacias y dejando las periferias sin atención.

Por otro lado, la imposibilidad de las sociedades anónimas como propietarias de farmacias ya que como son establecimientos de salud la responsabilidad debe caer sobre una persona física.

Otro problema que se genera es el aumento de consumo innecesario de productos sanitarios (medicamentos y accesorios) con el sistema de autoservicio, aumentando los riesgos de daño y hasta muerte por automedicación y contaminación ambiental.

Asimismo, también podemos verlo desde lo económico. Dado que para las oficinas de farmacias el ingreso al sector de las cadenas de farmacia es una verdadera amenaza ya que ponen en jaque su sustentabilidad. En primer lugar por la competencia desigual, ya que el poder de compra y financiero de la cadena supera ampliamente al de las farmacias independientes. Desde que Farmacity S.A. llegó al país, en Capital Federal cerraron 9 farmacias por cada sucursal de la cadena.

El cierre de farmacias además de traer una tasa de desempleo mayor, deja sin el servicio sanitario al barrio donde esta se halla.

Un problema recurrente

Habiendo repasado el historial de Farmacity S.A, llegamos a nuestros días y la nueva afrenta político/legal que debemos desarrollar con la mencionada empresa.

En este sentido nos parece importante manifestar la preocupación frente al avasallamiento de un grupo inversor sobre a los derechos de los ciudadanos del territorio bonaerense. Es así que no debemos dejar de tener en cuenta que esta “batalla” que Farmacity S.A está desarrollando va en contra no solo de los profesionales farmacéuticos, sino también de los 3 poderes de la provincia.

Siendo que la Ley que prohíbe el ingreso de Sociedades Anónimas Farmacéuticas fue aprobada por unanimidad por los representantes de los diferentes bloques de Diputados y Senadores que conforman el Poder Legislativo. Luego, la misma fue considerada por el Ejecutivo y avalada por el Judicial que en diferentes instancias y fallos negó los pedidos de Farmacity S.A.

Es decir que con esta nueva afrenta, un grupo empresario -con vinculaciones e influencias políticas de primera línea- se encuentra llevando a la Nación un problema que refiere al Modelo de Salud Pública de la Provincia de Buenos Aires. Es por ello que destacamos la incansable batalla legal que ha dado el Colegio Central entendiendo y defendiendo no solo intereses particulares sino los de millones de pacientes de todo el territorio que de ingresar al universo Farmacity S.A pasarían, de ahora en más, a ser clientes.