En las últimas semanas se produjeron grandes cambios en las dos Obras Sociales más importantes del país y las cuáles implican el mayor movimiento de pacientes en las farmacias.
En primer término se produjo la salida de Carlos Regazzoni como titular del PAMI. Sin embargo, su alejamiento produjo también un movimiento en el IOMA, ya que su director, Sergio Cassinotti fue nombrado al frente del PAMI. Y, a su vez el reacomodamiento de este último, provocó que Carlos D`Abate ahora sea la cabeza la obra social de la provincia de Buenos Aires.
En esta danza de nombres, no debemos pasar por alto que también se ha gestado un cambio en la Dirección de Farmacia del Ministerio de Salud bonaerense que implicó la desafectación de la colega Carolina Penacca como máxima autoridad farmacéutica. Cabe mencionar, que al cierre de esta edición todavía no tuvimos conocimiento de quien será su reemplazante. Situación que nos parece absolutamente preocupante ya que hace más de 15 días que esa dependencia se encuentra acéfala.
Gestión Regazzoni
Durante su gestión al frente del PAMI, Regazzoni intentó organizar la burocracia existente en el organismo. Entre sus medidas más destacadas se encuentra la de retirar 150 medicamentos de la cobertura total que establecía el PAMI como así también se redujo la cantidad de medicamentos cubiertos al 100%, en la mayoría de los casos, a 4 por persona como máximo.
Además, hizo un recorte en los medicamentos gratuitos para los jubilados que tuviesen prepaga, un auto de menos de 10 años, un inmueble o que cobrarán más de 1,5 haberes previsionales mínimos. Cabe destacar que estas tres medidas las venimos estudiando desde nuestra filial, ya que hemos notado una tendencia en baja de las recetas que recibimos en los últimos meses.
Sin embargo, los temas trascendentales por los que los farmacéuticos venimos luchando desde hace años no fueron tratados. Como hemos manifestado en reiteradas oportunidades, una vez más se firmó el mismo convenio con la Industria quedando los farmacéuticos por fuera de las negociaciones y discusiones. Asimismo, tampoco se produjo una reducción en las bonificaciones que los farmacéuticos aportamos, produciendo contextos que atentan contra la sustentabilidad de nuestras farmacias.
Y la de Cassinotti
Una sintonía similar mantuvo el titular del IOMA durante su gestión, con una perspectiva de ordenamiento de la Obra Social. En ese sentido, también se produjo una mejora en los tiempos de pago y se puso el foco en denunciar hechos de corrupción.
Pero, nada se hizo por ejemplo con el Plan MEPPES que también hemos denunciado en reiteradas oportunidades por sus incongruencias en la prestación. Es por ello que nos parece importante mencionar que creemos necesario que algunos medicamentos salgan de ese plan y pasen a ambulatorios por no ser ni de alto costo, ni de baja incidencia.
Lo que seguimos exigiendo
Luego de este recorrido, vemos que desde hace un largo tiempo venimos sosteniendo un reclamo genuino que no es escuchado. Y ante ello nos surge el interrogante ¿los farmacéuticos que hacemos? Seguimos esperando las respuestas que llevan décadas sin aparecer o generamos las condiciones necesarias para que estas situaciones comiencen a cambiar.
Creemos que es un compromiso de la dirigencia farmacéutica y del Estado el de garantizar el trabajo genuino para nuestro sector. Y es por eso que desearíamos otro tipo de conducción que abogue realmente por nuestras problemáticas o al menos ponga sobre el tapete todas las situaciones preocupantes que nos vienen afectando cada día más.
Nosotros no hemos sido llamados para discutir sobres estos temas y en las dirigencias no hay consensos para trabajar sobre ellos. Es por ello que creemos que es necesario que todos los farmacéuticos nos pongamos al frente de las discusiones y luchemos por nuestros derechos.