En los últimos días de enero finalmente se firmó el convenio para la provisión de medicamentos entre la Industria farmacéutica y el PAMI. En esta oportunidad, una vez más los farmacéuticos quedamos por fuera del mismo, aunque nos hayan querido hacer creer que nuestros representantes formaron parte de las discusiones y negociaciones.

Desde las entidades farmacéuticas anunciaron la «participación» como un reclamo histórico que logrado conquistarse, pero en vista de los primeros resultados de la negociación, creemos que es una participación poco efectiva, ya que el convenio suscripto presenta las mismas condiciones impuestas por la industria farmacéutica que desde hace años venimos denunciando y pretendiendo modificar.

Todo sigue igual

El nuevo convenio que tendrá vigencia hasta abril de 2018, impone las mismas bonificaciones para los farmacéuticos, cuando veníamos pidiendo una baja de las mismas. Promete la elaboración de un calendario de pagos, siendo algo que siempre existió pero que nunca se cumplió. Continúa dejando en manos de la Industria la realización de las auditorías a sabiendas de que son ellos mismos quienes imponen todas las condiciones.

En resumen, nada cambio y desde esta filial consideramos que eso es un grave error. Ya que nos encontrábamos en un momento político/social/económico donde todas las condiciones estaban dadas para que se pudiera realmente producir una transformación del convenio que nos mantiene como rehenes. Sin embargo, no sucedió y lamentablemente este sistema continuara recrudeciéndose a menos que no nos dejemos seguir avasallando en nuestros derechos y podamos hacer una real defensa de nuestra profesión y de la red sanitaria que componemos.

Participación

Entre los puntos acordados se establece que COFA, FACAF, FEFARA y AFMSRA desde ahora serían invitados a integrar «una Comisión de Dispensa con la finalidad de evaluar desempeños, proponer inquietudes y/o recomendaciones”.

En este sentido, nos parece importante mencionar que creemos necesario que esa Comisión refleje el real pensamiento de los farmacéuticos y que sea el resultado de los debates de todos los sectores. Solo de ese modo será una real conquista, dado que si los representantes farmacéuticos nucleados en las entidades antes mencionadas no escuchan a las bases y trabajan con ellas, la realidad va a ser cada vez más compleja.

Queremos una real participación en las discusiones referidas al convenio, ya que no es una prestación que queremos “perder”. Pero como hemos manifestado en reiteradas oportunidades, QUEREMOS SER PARTE y que los 90 artículos y 18 anexos que conforman el convenio respondan de manera responsable, solidaria y sustentable a todos los que componemos la red.